La certificación es una declaración formal de que una determinada cosa, estado o acontecimiento es cierto. Debe ser emitida por una institución, o alguien, que tenga autoridad pública. Es decir, tiene que tener credibilidad en la sociedad. Esta credibilidad puede estar instituida por la ley o ser el resultado de la aceptación social. ¿Qué es lo primero que le viene a la mente después de leer esta definición?
La mayoría de la gente piensa inmediatamente en la ISO. La ISO es una entidad cuya credibilidad se ganó gracias a la aceptación social y que, hoy en día, es sinónimo de normalización y calidad. Pero, ¿por qué mi empresa tiene que seguir unas normas definidas por una entidad que no obliga a nadie a seguirlas? Por supuesto, para muchas industrias, esta libertad no existe realmente. Sin embargo, en general, puede decirse que las empresas optan por la certificación ISO porque consideran que es beneficiosa.
Según la Encuesta ISO 2017, más de 1,5 millones de empresas tienen algún tipo de certificación (solo se consideraron las 10 certificaciones más solicitadas). Dos tercios optaron por la ISO 9001. ¿Por qué las empresas hacen este gran esfuerzo para adquirir la certificación?
1. Estandarización.
Los objetivos de la estandarización son:
- Simplificar la producción en diferentes industrias;
- Garantizar la coherencia y la seguridad de los productos;
- Promover la colaboración y la compatibilidad a nivel mundial.
En general, las empresas experimentan innegables beneficios tecnológicos, económicos y sociales como resultado de la normalización.
2. Satisfacer las exigencias de los clientes
Muchas empresas quieren la certificación ISO sólo para satisfacer un requisito del cliente. En otros casos, el cliente declara que sólo hará negocios con proveedores certificados. Sí, hay que satisfacer los requisitos del cliente de forma satisfactoria, pero de forma plural y continua. Concentrarse sólo en este beneficio, y en su ganancia inmediata, sin poner realmente al cliente por encima de todo, puede costar mucho más a largo plazo.
3. Mejorar la calidad de los procesos y productos
La adopción de un método estandarizado, de acuerdo con la certificación ISO, tiene que ver con la calidad, incluso cuando la certificación no es ISO 9001. El resultado final de una certificación ISO es un mayor nivel de calidad para toda la organización y para cada proceso y producto.
Hay muchas definiciones de “calidad”, pero Philip Crosby y Joseph Juran ofrecen dos de las mejores: Crosby la define como “conformidad con los requisitos” y Juran la llama “aptitud para el uso”. Un sistema de gestión bien diseñado e implementado eficazmente iniciará a su empresa en el camino de la calidad.
4. Describir, comprender y comunicar los procesos de su empresa
La norma ISO le exige que identifique y describa sus procesos mediante métricas empresariales. El objetivo es gestionar y controlar mejor los procesos empresariales. Estos objetivos son el núcleo de su sistema. Las métricas se utilizan para comprender y comunicar el rendimiento de su sistema con respecto a sus objetivos. Si hace un intento honesto de obtener la certificación ISO, aprenderá más sobre su empresa.
5. Mejore la coherencia de sus operaciones
Reducir la variación en sus procesos es la mejor definición de consistencia. Su cliente está mejor servido cuando proporciona un producto consistente: con las mismas dimensiones, el mismo peso, las mismas tolerancias y el mismo rendimiento.
Por supuesto, sus clientes no aceptarán variaciones, y usted tampoco debería hacerlo. Entonces, ¿cómo puede reducir la variación? Aumentando el control sobre sus procesos. El control surge de un objetivo claro: recopilar datos sobre un proceso y entender cómo ajustar el proceso para mantener la consistencia del resultado. Los requisitos de la ISO ayudan en estas tareas.
6. Mejorar la eficacia, reducir los residuos y ahorrar dinero
Un sistema de gestión ISO no es perfecto, pero un sistema bien ejecutado permite a su empresa acercarse a la perfección. A medida que sus procesos mejoran, se vuelven más consistentes y pueden alcanzar sus objetivos con mayor regularidad, proporcionando resultados tangibles. También reducirá los residuos en sus procesos.
El despilfarro es el resultado de la mala calidad y la ineficacia, y representa un despilfarro de dinero. La ineficacia es el resultado de la variación y la incoherencia de los procesos. Reduzca estas variaciones y mejore la coherencia y tendrá menos residuos y más dinero.
7. Facilitar la colaboración en la empresa
El hecho de que la ISO esté ampliamente aceptada a nivel internacional facilita la realización de negocios colaborativos, la investigación y el desarrollo de nuevos productos. La normalización permite a su empresa hacer negocios internacionales con la certeza de garantizar la compatibilidad e invariabilidad de un producto o un insumo utilizado en su proceso.
8. Obtenga reconocimiento internacional
Hemos hablado de la credibilidad de la ISO al principio de este artículo, y este factor no puede pasarse por alto. La obtención de una certificación ISO sitúa a su empresa en un grupo muy selecto. Todos sabemos que la imagen de una organización es un factor muy importante en los negocios.
Conclusión:
Son numerosos los beneficios que se obtienen con la certificación ISO. Sin embargo, por muy claros y obvios que sean, cuando una empresa insiste en adquirir la certificación sólo por las presiones del mercado, estos beneficios pueden verse fácilmente mermados. El proceso, originalmente destinado a renovar la empresa, se convierte en una carga.
Céntrese en su objetivo, planifique, utilice un buen sistema de gestión que le ayude y disfrute de las ventajas que conlleva la certificación que considere más beneficiosa para su empresa.